LA VIDA DE UN HOPI: THOMAS BANYACYA
Su nombre hopi, Banyacya, podría traducirse como: maíz que se encuentra en los campos, reposando en el agua después de la lluvia. Ese nombre se le dio el día de su nacimiento en referencia a los clanes de los que formaba parte su padre: el clan del maíz y el clan del agua.
Con posterioridad, cuando comenzó a ir al colegio, su nombre hopi fue modificado por el de Thomas Jenkins, debido al las políticas del Bureau of Indian Affairs -BIA- (Departamento de asuntos nativos) que regían en aquel momento.
Más adelante en su vida, como un símbolo de respeto y compromiso con sus raíces hopi, volvió a modificar su nombre por el de Thomas Banyacya.
En su juventud recibió sus estudios en la Sherman Indian School en Riverside, California, y posteriormente (1930) en una de las primeras universidades para nativos, el Bacone College de Oklahoma.
Ya en la universidad, el joven Thomas comenzó a formarse para ser un clérigo, pero posteriormente cambió de opinión, y comenzó a interesarse por la rama de la docencia. Durante este período universitario, también se destacó por ser un gran atleta, principalmente en las carreras de largas distancias.
El joven e inquieto Banyacya, comenzó a darse cuenta que el Bacone College y en general cualquier centro de estudios, excluían de sus programas cualquier tipo de referencia a los nativos americanos. Fue entonces cuando sintió la imperiosa necesidad de que los Nativos de América también tengan la oportunidad de estudiar su propia cultura, religión, tradiciones y estilo de vida.
Thomas decide entonces, junto con un colega de Montana, organizar un refugio indígena en la misma universidad, y comienzan a llevarse a cabo ceremonias y canciones típicas de los nativos.
La Segunda Guerra Mundial ya había comenzado por aquel entonces. Corría el año 1941, y el 7 de diciembre, el ataque de la armada japonesas a Pearl Harbour (isla de Oahu en Hawaii), provocará que los Estados Unidos declare la guerra al Japón y comience a formar parte de este triste conflicto bélico. Banyacya declinó el reclutamiento obligatorio sin dudarlo. El mismo vocablo hopi significa “gente pacífica”, un hopi rechaza todo tipo de violencia.
La autoridad estadounidense no tuvo mejor idea que apresar al “peligroso” desertor por un período de siete años.
Pasaron los años y por fin fue liberado de prisión. Fuera de ella, escribió una carta el presidente de aquel momento, Dwight D. Eisenhower, solicitándole un encuentro entre las autoridades de las fuerzas armadas y los líderes Hopi para que se exima a los indios hopi de prestar servicios al ejército. Por fin, hacia 1953, su solicitud tuvo acogida en un encuentro que se celebró en Holbrook (Arizona). Fue así como los indios hopi fueron liberados de la conscripción militar obligatoria.
Los Kikmongwis (líderes espirituales hopi) decidieron nombrar a Thomas como intérprete y vocero de las enseñanzas y tradiciones de los Hopi
Acorde con esas enseñanzas, también conocidas como profecías hopi, Banyacya fue ordenado para que se dirigiera hacia la sede de las Naciones Unidas en Nueva York (“La gran casa de mica” como él la llamaba) a los fines de llevar un mensaje de paz para todo el mundo. En su rol de embajador y como representante de la Soberana Nación Hopi, Thomas consiguió el primer pasaporte hopi que ha sido reconocido por muchos de los países que ha podido visitar.
En los comienzos del verano de 1952 va a producirse una interesante experiencia, seis caravanas comienzan a trasladarse a través de los distintos rincones de los Estados Unidos con el fin de revivir el interés entre los nativos sobre su cultura, religión y tradiciones. Thomas Banyacya era el alma motriz que estaba detrás de esta iniciativa.
Viajando de ciudad en ciudad y de reserva en reserva, estas “caravanas culturales” iban a tener un profundo y duradero efecto en la reconstrucción y propagación de la cultura nativa y su desarrollo espiritual.
Frecuentemente se lograban reuniones de miles de participantes en los distintos puntos donde las caravanas iban haciendo escala. Sin duda lograron su cometido: un reconocimiento y reconstrucción del orgullo cultural, de su pasado, y una vuelta a la senda espiritual.
Además de la incansable tarea llevada a cabo en los Estados Unidos, el singular Thomas Banyacya también llevo el mensaje de paz Hopi más allá de las fronteras. Realizo gran cantidad de viajes a distintos países, donde fue acogido con gran expectación y calidez. Siempre participando en proyectos que involucraban a las comunidades indígenas de los distintos puntos cardinales, y por supuesto en programas por el establecimiento de la paz mundial.
Falleció el 6 de febrero del año 1999 en un hospital de Arizona, cerca de la reserva hopi donde vivía. El reportero del New York Times de aquel entonces, Robert Thomas, Jr. escribió sobre Banyacya: «ocupó medio siglo de su vida en una incansable y muchas vececes ingrata misión espiritual, para poder salvar a nuestro planeta de los estragos producidos por la codicia y el materialismo moderno»
Donde quiera que estes, un amistoso saludo, gran Thomas Banyacya.
apasionante historia, muchas gracias, me ha emocionando mucho
fui testigo de esas caravanas culturales.
Fueron un acontecimiento único
gran thomas, has sido un ejemplo para los tiempos acutales.
esperemos las profecias se cumplan y se purifique el mundo de tanta codicia
Demaciado interesante tu blog
regresar a leerte de nuevo.
Estuve con Drunvalo hace algunos meses y dijo que el fin del calendario maya es el 19 de febrero 2013 ……. dicho por el consejo de ancianos Guatemaltecos , regentado por el indio Don Alejandro.
Andrea
Hola, sinceramente me ha encantado tu blog…
creo que tienes mucho éxito y espero que siga así.
Hoy en dia no se encuentran blogs tan interesantes.
Si tienes tiempo pasate a ver el mío, tiene poca cosa por que todavía soy principiante pero ojala tenga tanto exito como el tuyo.
Saludos,
Mónica.=)
Muy interesante el la historia de este señor, creo que había visto un video de el anteriormente.
Acerca de lo que dice Andrea: por suerte el fin del mundo me pillará después de mi cumpleaños! 🙂